Y aquí estoy de nuevo, con la sentencia ya cantada de que pronto no habrá más internet es mi casa...Lo cual me obligará a tomar medidas drásticas...Hachi, visitaré tu casa pronto...muajaja!
He estado postergando muchísimo tiempo todo ésto, y es que en realidad no supe nunca cómo empezar. No soy buena on los agradecimientos. Y es que si bien, dicen, poseo en algunas extrañas ocasiones el don de la palabra, ésta nunca profiere de mi boca cuando más lo requiero, cuando en verdad siento y debo expresar algo importante. Por eso, cuando guarde silencio, interprétenlo como el agradecimiento más grande de unos labios que se quedan silentes ante la maravilla que resulta a veces ésta vida.
Mis habitantes del Pays dés marvelles, ésto, son humildes palabras, tardías, pero no por ello menos amorosas, para ustedes:
Hace unos meses, cuando recién comenzaba éste tan abandonado blog, las continuas decepciones, que sólo podrían provenir de la humanidad, me tenían al borde del
hastío, y me hicieron creer que aquél mundo tan soñado, tan vivido en sueños y sólo en ellos, era inacapáz de existir, pues ninguna persona que imaginara ó sintiera como yo era posible, y mucho menos real.
Acostumbrada a un mundo en el que reina la incongruencia del ser y no ser, del parecer, ver, asemejar, pero jamás sentir como y mucho menos pensar como, la racionalidad me obligó a pensar que el escepticismo era el camino menos equívoco para mis pensamientos. Pero afortunadamente llegué a un lugar, por extraña casualidad, que ahora es mi hogar. En el tengo personitas que, a pesar de encontrarse del otro lado del estado, ó del otro lado del país, ó del otro lado del mundo tienen una extraña y hermosa manera de expresar una cercanía y un cariño tales, que, pienso, sólo podrían provenir de seres tan especiales como ellos. Gracias mis niños.
Gracias por todo!
Es una alegría el poder tener el honor de llamarlos hijos, y también amigos.
Les dedico una de mis poesías favoritas, a todos mis príncipes y princesas, a mis habitantes del país de las maravillas:
SONATINA (Rubén Darío)
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña, dice cosas banales
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
¡Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal!
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh, visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
-la princesa está pálida, la princesa está triste-
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
XOXO
Kiittiie
miércoles, 31 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Los adoro niños míos!!!
Madre! Gracias por tus hermosisimas palabras. Aquí y en mi blog. Y bueno qué si te digo que una vez le expresé toooooooodo lo que sentía por el lolita y eso a mi padre...y me mandó de loca? Sip, eso paso...Con eso me da cansancio luchar...Siento que no lleva a ningun lado. Pero algún día...Algun día seré yo quien tenga el control!
PD: Ese es mi poema favorito de Rubén Darío x3
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